viernes, 18 de mayo de 2012

Ignacio Mayayo pintor y dibujante

Desde siempre he tenido a Ignacio Mayayo como un excelente dibujante. En Aragón creo que es hablar de dibujo y pensar en Ignacio y en su famosa panorámica de Zaragoza sobrevolando los tejados con su grafito. Desde hace tiempo que tenía ganas de compartir, disfrutar de su dibujo y de su dibujar con DVCC, y por fín lo vamos a tener sorprendiéndonos y deleitándonos. Como es compañero de trabajo me da hasta respeto presentarlo, porque si no lo hago correctamente es fácil reclamarme. Así que he decidido optar por tomar las palabras de Garza Aguerri (El Periódico de Aragón) que hace unos años le dedicaba para presentar una exposición de Ignacio,  exclusivamente de dibujo.

Para el pintor aragonés Ignacio Mayayo (Layana, 1953), el dibujo es "la mejor manera de reflejar lo que te rodea de una manera rápida y sencilla", de ahí que su producción en esta disciplina sea casi la de un dibujante compulsivo que llena cuadernos y cuadernos con su lápiz. El Torreón Fortea exhibe una amplia muestra de casi 250 dibujos realizados por Mayayo en los últimos diez años, todo un muestrario de su forma de mirar el mundo y de su capacidad para plasmarlo.


"El dibujo es algo fresco, lo haces para tí, no para exponerlo y por eso no lo piensas o no lo trabajas tanto como la pintura, por eso es más espontáneo", comentaba el artista en la inauguración de la muestra. Una apertura en la que el autor estuvo acompañado por colegas de profesión, como Pepe Cerdá, Gregorio Villarig, Angel Maturén, Mariano Viejo; pero también arquitectos como José Manuel Pérez Latorre, escritores como Félix Romeo Pescador, catedráticos como Manuel García Guatas, o los responsables de la área de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, encabezados por la concejal Rosa Borraz.


Para Ignacio Mayayo, el dibujo es "un sistema de expresión propia, pues lo que se expone, que además no lo he elegido yo, sino un grupo de amigos, son trabajos acabados en sí mismos, no bocetos ni apuntes. Eso sí --matiza--, después pueden ser pasados a otros soporte, precisamente por ser obras ya terminadas".

Dice el autor que la pintura le resulta "un arte superior, al que has de dedicarle mucho más tiempo", y sin quitarle altura artística al dibujo, sí que muestra sus preferencias por esta disciplina "pues dibujar me resulta un placer automático, que requiere para mi menos trabajo y me fluye de una manera más natural".


Eso no significa que la pintura le resulte una disciplina complicada a Mayayo, "pues aunque comencé muy tarde a practicarla, cada vez me encuentro más a gusto con ella", sí que le resulta menos problemática a la hora de elaborar una obra: "Ya decía D¨gas que al hacer una composición hay que estudiarla para que parezca espontánea" y es precisamente este trabajo el que el dibujo le ahorra a Mayayo.


Así, en la muestra, aparecen paisajes de Zaragoza y de otros lugares, pero también retratos de amigos, en distintas posiciones, pero sobre todo, durmiendo --pues así están quietos-- y de otras personas quizá no tan cercanas pero si próximas en su vida. De hecho, ayer, en la inauguración de la muestra, una ciudadana comentaba: "Es que en la exposición estamos medio barrio". Es la mirada de Ignacio Mayayo, el mundo que le rodea y que, como los ilustradores del siglo XIX que recurrían al dibujo para iluminar las revistas, queda reflejada en trazos hechos con lápiz que dicen tanto o más de la realidad que las mismas fotografías. Precisamente porque incluyen la visión subjetiva de aquel que vive la situación.







...Viendo sus dibujos, sobran las palabras.

2 comentarios:

Javi Usón dijo...

Una auténtica maravilla! Lo tuve de profesor en la escuela y qué más se puede decir, viendo sus dibujos y pinturas sobran las palabras.

ANAIS G. BURGOS dijo...

Y tanto que sobran las palabras...tela