Ayer salí a la calle y me encantó llevar una caja de lápices y un cuaderno para hacer uso de los tres fundamentales para la ocasión: amarillo, rojo y violeta.
El dibujo es lo que tiene, permite licencias que van más allá de la realidad. La enorme bandera Roja-amarilla-Roja, (que no me molesta, pero prefiero la Roja-amarilla-violeta por lo que representa) pude cambiarla por arte gráfico. Ójala todo fuese tan sencillo como eso, cambiar de un lápiz de color tomado tranquílamente de la misma caja.
Fuimos muchos, y en muchos lugares, así que a por la roja...amarilla y violeta.
viviendo boceto a boceto
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Se dice que una creación no se termina jamás, sino que llega un momento en
que se abandona. Me pregunto si en la vida no ocurre algo parecido: casi
todo es...
Hace 21 horas
1 comentario:
Yo fui testigo de la alegría en la calle y del dibujo de Clara, ya digo…¡pura alegría!
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